Temporada 2025/2026: ¿Cambian las condiciones atmosféricas y retorna La Niña a nuestro país?

Tras un período de condiciones neutrales, algunos de los principales modelos climáticos internacionales comienzan a advertir un cambio significativo en la circulación del océano Pacífico. Esto podría tener impacto directo en el clima sudamericano. “El enfriamiento observado en el mar en las últimas semanas, fortalece la hipótesis de que La Niña podría regresar en los meses de verano”, indicó el meteorólogo Leonardo De Benedictis. De concretarse, este fenómeno podría instalarse antes de fin de año y extender su influencia durante la campaña agrícola 2025/26.

El fenómeno de La Niña forma parte del ciclo ENSO (El Niño–Oscilación del Sur). Se caracteriza por la presencia de temperaturas más frías de lo normal en el Pacífico ecuatorial central, lo que altera la circulación atmosférica global. Para Sudamérica, su manifestación suele asociarse a lluvias por debajo de lo normal en las regiones agrícolas del centro y norte del país. A esto se le suma un mayor riesgo de heladas tardías en primavera y una frecuencia mayor de irrupciones de aire polar.

Actualmente, los datos muestran que la temperatura del agua en la región clave del Pacífico aún se mantiene dentro del umbral de neutralidad. Sin embargo, la aparición de una masa fría subsuperficial, entre los 100 y 150 metros de profundidad, sugiere un posible enfriamiento más intenso en los próximos meses.

Efectos en Argentina

Modelos climáticos de referencia coinciden en proyectar una posible presencia de La Niña hacia el verano, con una probabilidad levemente superior al evento neutral. No obstante, otros modelos continúan favoreciendo la neutralidad, lo que refleja la incertidumbre predominante en esta etapa de análisis climático.

En Argentina, los impactos de La Niña dependen de la región y del momento del año. En primavera y verano, este fenómeno tiende a provocar un déficit de lluvias en zonas agrícolas clave como el norte y centro de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y parte del NOA. Esta situación podría afectar especialmente al desarrollo de cultivos de gruesa como el maíz y la soja, fundamentales para la economía nacional.

A esto se suma el aumento de pulsos de aire frío. Esto incrementa el riesgo de heladas tardías en primavera, sobre todo en el sur de la región pampeana. Además, La Niña suele generar mayores amplitudes térmicas, con mañanas frías y tardes calurosas, un comportamiento que puede alterar procesos clave como la floración o el llenado de grano.

Condiciones más secas

Durante los años Niña también es habitual observar una circulación del oeste más débil y un fortalecimiento del anticiclón del Atlántico. Esto restringe el ingreso de humedad desde el norte. Esta combinación de factores favorece condiciones más secas y estables, con menor cobertura nubosa y mayor radiación solar.

Si bien esta mayor radiación puede resultar beneficiosa en ciertas etapas del cultivo, también aumenta la evapotranspiración, agravando el déficit hídrico cuando las lluvias no alcanzan los niveles normales. La combinación de estas variables plantea un escenario desafiante para la campaña agrícola 2025/26.

Por el momento, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no ha emitido un informe que confirme oficialmente el retorno de La Niña, ya que se trata de tendencias incipientes y no concluyentes. Sin embargo, la entidad sí reconoce un enfriamiento progresivo del Pacífico y realiza un seguimiento constante de su evolución.

 

Fuente: Meteored

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