La desregulación que reduce el papel del Estado genera una fuerte preocupación en diferentes producciones agropecuarias que requieren de su acompañamiento. Tal es el caso de la producción de cítricos del litoral argentino. La Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier) dio señales de alarma ante la quita de financiación y de funciones al Senasa.
La ingeniera agrónoma Melania Zorzi es la presidenta de la Fecier. “Nos preocupa esta desregulación que plantea el gobierno que significa dejar al libre albedrío a los productores, a los empacadores y comercializadores”, señaló. “Creen que el mercado va a regular todo y en esa situación los más afectados son los pequeños productores y el consumidor”, explicó.
Consignó que “no va a haber seguridad sanitaria e inocuidad necesaria de los alimentos”. A continuación, remarcó: “Esa desregulación no tiene pies ni cabeza y la falta de controles puede terminar en algo muy caótico”.
Para la productora entrerriana, esto llevaría a que se dejen de controlar cuestiones esenciales. Una de ellas es “el nivel de ratio que debe tener la fruta, o sea la relación entre azúcares y acidez”. Eso podría generar que al consumidor llegue una fruta ácida y que caiga la demanda. “Nuestra preocupación es asegurarle al consumidor que esa fruta es apetecible y sana”, manifestó.
Problemáticas
Uno de los problemas principales que enfrenta la citricultura argentina es el famoso HLB. Afecta especialmente a las plantaciones de limones y cuya detección implica la erradicación de las plantas. Sin el control de la enfermedad, el riesgo de su dispersión es mucho más alto.
“Sin el control oficial de por medio, el HLB podría tener una difusión mayor. El Senasa ya nos delegó el monitoreo de los lotes. La única función que cumple es la de inspeccionar las plantaciones, pero los análisis y su costo corren por cuenta del sector privado. Este es un tema de gran preocupación porque la enfermedad avanza día a día, lo que logramos es retrasar su evolución pero no dejar de estar presente y avanza”, sostuvo Zorzi.
Los problemas no terminan allí para la citricultura del Litoral. El retraso en la devaluación respecto de la inflación generó un encarecimiento de toda la economía y eso redujo márgenes en algunos casos, mientras que en otros condujo a pérdidas económicas. A su vez complica la inserción de los productos en los mercados internacionales.
Sobre esto, la titular de Fecier explicó: “Los exportadores de cítricos volvieron recientemente de un feria en Alemania y vinieron más preocupados de lo que partieron. Ya a fin de año se hablaba de una situación muy compleja para el 2025 y el pronóstico se está cumpliendo. Se mira con buenos ojos la exportación a Brasil, que tiene un flete corto, pero se complica a los demás mercados”.
Fuente: Bichos de Campo
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