Diego Molina, uno de los empleados de la funeraria que se fotografió junto al cuerpo de Diego Maradona, se entregó en una comisaría porteña, aunque no quedó detenido.
El hombre, cuya imagen se viralizó y era buscado por la Justicia, se presentó en horas de la noche del pasado viernes en la Comisaría Vecinal 15 A.
Allí se le tomaron los datos personales y se le comunicó de la situación en que se encuentra por la violación al artículo 70 del Código Contravencional.
De acuerdo a lo dispuesto por la norma porteña, “inhumar, exhumar o profanar cadáveres humanos, violar sepulcros, dispersar cenizas se sanciona con 400 a 4.000 pesos de multa o 2 a 10 días de arresto”.
No obstante, hay antecedentes de condenas más severas para casos similares.
El más recordado es el de Jazmín de Grazia quien falleció en 2012 y cuyas fotos fueron portada y hasta un suplemento especial de un matutino porteño.
Por los grupos de WhatsApp circulan al menos cuatro fotos del cuerpo de Diego Maradona.