Especialistas advierten de una mortandad inusitada de peces en el río Paraná

May 19, 2020

El cauce del río Paraná continuará en descenso hasta el verano y se acentuará con la llegada del fenómeno La Niña. Los problemas abarcarán desde una disminución de la fauna ictícola hasta un cambio en el sabor del agua potable, según el análisis de distintos especialistas en climatología, hidrología y biología que respondieron a un informe del diario Época.

El investigador por el CECOAL y especialista en manejo de ecosistemas, Juan José Neiff, anticipó que la bajante histórica del río Paraná continuará hasta el verano o, incluso, hasta fines de la estación en 2021.

La escala hidrométrica de Prefectura Naval Argentina registró este martes, apenas 14 centímetros en el Puerto de Paraná y las marcas comenzaron a descender con mayor velocidad desde la semana pasada.

Las variaciones comenzaron a evidenciarse en las costas entrerrianas a fines del febrero pasado, cuando el 27 de febrero se encontraba en 2,74 metros y desde esa fecha, comenzó a caer hasta los niveles actuales.

Sin perspectivas de lluvias

Por otra parte, el agroclimatólogo Eduardo Sierra, había anticipado que a fines del 2019, que la recuperación del cauce tendría fecha en junio por lluvias en el río Paraguay (afluente del Paraná). Sin embargo, el CECOAL y el Instituto Nacional del Agua (INA) aseguran que las condiciones climáticas cambiaron y no se dará el fenómeno.
“No va a llegar la creciente del río Paraguay porque en su alta cuenca no hubo precipitaciones significativas durante el verano y el otoño”, remarcó Neiff.

 

Larga sequía

Bajo esta línea, el subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús, dijo: “La perspectiva es muy desfavorable con lluvias muy erráticas y escasas por lo menos hasta el 30 de junio”.
El especialista de la UNNE recordó además que en los próximos meses se entrará a una nueva fase de La Niña. Es un evento meteorológico mundial que responde a un enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico y provoca escasez de lluvias y sequías en Sudamérica. “El escenario conduce a una bajante muy prolongada”, sentenció.