Todo se originó dentro de una vivienda entre calles Sarqui y Cañadón.
Orlando Jara, de 51 años, yacía muerto sobre la calle y su cabeza, que había sido decapitada y tenía un cuchillo incrustado, estaba apoyada sobre su tórax.
El propio fiscal resaltó que en los 15 años de trabajo en esa jurisdicción nunca tuvo un hecho de características tan violentas.

En este punto, se adelantó que la autopsia forense será vital para determinar si estaba vivo al momento de ser decapitado. El cuerpo fue enviado a la morgue judicial de Neuquén capital.
En el lugar trabajó personal policial de la Brigada de Investigaciones de Zapala, del Departamento de Criminalística y el fiscal Marcelo Jofré. Hicieron un perímetro en la escena del crimen para poder realizar las pericias correspondientes y, en paralelo, se relevaron 10 testimonios en busca de testigos presenciales y elementos que ayuden a esclarecer el parricidio.
Tanto la barreta como el cuchillo fueron secuestrados en el lugar y se realizó un allanamiento en la vivienda que determinó que la agresión comenzó allí. Además, se secuestraron elementos de interés para la causa, publica LM Neuquén.